UN DÍA COMO HOY 5 DE JULIO
1946: en EE. UU. se presenta en sociedad el bikini. (El bikini o biquini es una prenda de baño de dos piezas de uso femenino. Creada por el francés Louis Reard en 1946, aunque tiene precedentes en la Antigüedad. Está compuesto de un sujetador y una braga, emulando a las prendas de la ropa interior femenina.)
En Argentina se utiliza el femenino: «la bikini».1
Se prefiere al traje de baño cuando se desea tomar sol ya que permite que mayor porcentaje de piel quede expuesto a los rayos solares. Para exponer aún más extensión de piel se recurre al topless, (que descubre los pechos) y al tanga como prenda inferior, o su versión de hilo dental, con el menor uso posible de material textil.
En las competiciones de natación nunca se usa, ya que ofrece más resistencia que un bañador; los bañadores de competición no llevan escote por ofrecer estos peores resultados hidrodinámicos.
El nombre bikini se debe al atolón de Bikini, donde durante 12 años (1946-1958) los estadounidenses realizaron ensayos con bombas atómicas en la misma época en la que se presentó el bikini, con la sugerencia de los efectos que provocaría la mujer de la época que lo vestía. Véase el trabajo de Prieto García-Seco (2012), en el que no solo se habla de cómo pasa el Topónimo Bikini a designar la prenda de baño que lleva el mismo nombre, sino también de creaciones léxicas posteriores como monokini y trikini.
1946: en EE. UU. se presenta en sociedad el bikini. (El bikini o biquini es una prenda de baño de dos piezas de uso femenino. Creada por el francés Louis Reard en 1946, aunque tiene precedentes en la Antigüedad. Está compuesto de un sujetador y una braga, emulando a las prendas de la ropa interior femenina.)
El nombre bikini se debe al atolón de Bikini, donde durante 12 años (1946-1958) los estadounidenses realizaron ensayos con bombas atómicas en la misma época en la que se presentó el bikini, con la sugerencia de los efectos que provocaría la mujer de la época que lo vestía. Véase el trabajo de Prieto García-Seco (2012), en el que no solo se habla de cómo pasa el Topónimo Bikini a designar la prenda de baño que lleva el mismo nombre, sino también de creaciones léxicas posteriores como monokini y trikini.
