San Eustasio
(ació pasada la segunda mitad del siglo VI, en el seno de una ilustre familia borgoñona (Borgoña). Fue discípulo de San Columbano, monje irlandés. Eustasio tiene unos deseos grandes de encontrar el lugar adecuado para la oración y la penitencia. Entra en el Monasterio Luxeüil y es uno de sus primeros monjes. Allí lleva una vida a semejanza de los monjes del desierto de Oriente. Sin embargo, al cabo de no muchos años el convento cayó en desgracia, ya que el santo fundador y sus discípulos reprendían constantemente en sus sermones al rey Tierry de Borgoña y a toda su familia, que practicaban una conducta escandalosa y anticristiana. Columbano fue exiliado, el convento disuelto y los monjes dispersados.
Al cabo de los años, Eustasio volvió al Monasterio de Luxeüil después de que San Columbano lo nombra abad. El Monasterio había quedado a cargo de un tal Agrestino, el cual había introducido en el convento la indisciplina y la relajación de costumbres.
Nuestro Santo reformó la casa en la que se había educado y pasó el resto de sus días en este Monasterio. Tuvo multitud de discípulos que lo admiraban por su virtud y por los prodigios que florecían a su alrededor en los últimos años de su vida. Restablecida la paz monacal, la unidad de dirección y la disciplina, cobra nuevamente el monasterio su perdida prestancia.
Murió tras una grave enfermedad que le hizo sufrir intensamente durante más de un mes, suplicio que Eustasio acogió con alegría pero que consumieron su cuerpo sexagenario el 29 de marzo del año 625.)
