1938: Carlos Monsiváis, escritor y periodista mexicano (f. 2010).
(Carlos Monsiváis Aceves (Ciudad de México, 4 de mayo de 1938 - Ciudad de México, 19 de junio de 2010) fue uno de los escritores más importantes del México contemporáneo. Su capacidad crítica, su estatura intelectual y su peculiaridad estilística lo convirtieron en una de las voces más reconocibles del panorama cultural hispánico. De igual modo, su omnipresencia en múltiples foros (revistas, mesas redondas, programas de radio y televisión, periódicos, coloquios, museos, películas, antologías, prólogos, etc.)
lo hizo una celebridad y uno de los personajes fundamentales de la ciudad de México. El escritor Adolfo Castañón, en su ensayo «Un hombre llamado ciudad», lo considera «el último escritor público en México», en el sentido en que «no sólo cualquier mexicano lo ha escuchado o leído, sino que todos pueden reconocerlo en la calle».)
Fue célebre el cariño de Carlos Monsiváis por los gatos: en su casa vivían con él un total de trece gatos. Los médicos que lo atendieron confirmaron que su enfermedad (la fibrosis pulmonar) no tuvo nada que ver con el hecho de que conviviera con tantas mascotas. Creó, junto con Claudia Vásquez Lozano, la organización civil Gatos Olvidados, que ella preside. Claudia Vásquez Lozano denunció que la familia del escritor dijo haber «dormido» a seis de los trece gatos, que haría lo mismo con los otros siete y que, en cambio, declaró a La Jornada que los felinos habían sido entregados a un albergue, sin especificar a cuál. Claudia Vásquez Lozano exigió a la familia del escritor que presente a los animales con vida, que los entregue en custodia a la organización y que respete su vida, como lo habría deseado el escritor. Al parecer, los gatos quedaron en buenas manos: el 22 de junio del 2010 se informó que fueron repartidos entre familiares y amigos del escritor. aparece la lista con los nombres de los gatos que tuvo el escritor.
(Agustín Yáñez Delgadillo (n. 1904 - †.1980) fue un novelista, ensayista, cuentista y político mexicano. Uno de los más grandes expositores de la novela mexicana posterior a la Revolución mexicana, y sin embargo, considerado precursor de la novela mexicana moderna. En este sentido, su obra más destacada «Al filo del agua», publicada en 1947, marca un parteaguas en la literatura de México ya que incorpora novedosas técnicas narrativas y estilísticas de influencias europeas y estadounidenses como Faulkner, Kafka, Claudel y Joyce. También desempeñó un papel destacado en la vida cultural y política de México como gobernador del estado de Jalisco de 1953 a 1959 y secretario de Educación Pública de México en el sexenio del presidente Gustavo Díaz Ordaz.)
Con la publicación de tres obras, Flor de juegos antiguos (1941) Archipiélago de mujeres (1943) y especialmente Al filo del agua (1947), alcanzó un gran reconocimiento. En 1948 dirigió la edición de las Obras completas de Justo Sierra, que publicó la UNAM y en cuyo primer tomo Yáñez incluyó un magnifico estudio biográfico del autor. Su obra total es considerada un hito en la transformación de la novela hispanoamericana contemporánea.
2006: en México comienza la alerta roja del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
(El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) es una organización armada mexicana de carácter político-militar. Su inspiración política es el zapatismo, el marxismo y el socialismo libertario, y su estructura militar es la guerrilla. Su objetivo es «subvertir el orden para hacer larevolución socialista y crear una sociedad más justa».)
1862: en la Hacienda de las Traperas (México) se libra la Batalla de Atlixco. El general Antonio Carvajal y los atlixquenses repelen el ataque de las tropas francesas de apoyo, un día antes de la Batalla de Puebla.
(La Batalla de Atlixco tuvo lugar el 4 de mayo de 1862 en las inmediaciones de la Hacienda de las Traperas en Atlixco en el estado de Puebla, México, entre elementos del ejército mexicano de la república, al mando de los Grales. Antonio Carvajal y Tomas O´Horan contra las tropas al servicio del Segundo Imperio Mexicano comandadas por el Gral. José María Cobos y de Leonardo Márquez, compuesta de soldados conservadores mexicanos en apoyo de envio de refuerzos para llevar a cabo la Batalla de Puebla, durante la Segunda Intervención Francesa en México. Esta batalla culminó con una victoria republicana, debido a esto, el grupo conservador de Márquez no pudo lograr su objetivo de auxiliar a las tropas francesas del Conde de Lorencez en la batalla de Puebla.
(La Vera Cruz o Santa Cruz es la cruz en la que se cree fue ejecutado Jesús de Nazaret; en el catolicismo se la considera una reliquia de primer orden.)
Hacia el año 326 la emperatriz Elena de Constantinopla (madre del emperador Constantino I el Grande) hizo demoler el templo de Venus que se encontraba en el monte Calvario, en Jerusalén, y excavar allí hasta que le llegaron noticias de que se había hallado la Vera Cruz. El viaje se había realizado con objeto de encontrar el Santo Sepulcro, que se hallaba perdido. Se inició la búsqueda debido al culto de la cruz, desde la muerte de Jesucristo.
Según la Leyenda dorada de Santiago de la Vorágine, cuando la emperatriz —que entonces tenía ochenta años— llegó a Jerusalén, hizo someter a interrogatorio a los judíos más sabios del país para que confesaran cuanto supieran del lugar en el que Cristo había sido crucificado.
Después de conseguir esta información, la llevaron hasta el supuesto Monte de la calavera (el Gólgota), donde el emperador Adriano, 200 años antes, había mandado erigir un templo dedicado a la diosa Venus. Se cree que en realidad el Gólgota era una antigua cantera abandonada con un macizo rocoso, poco útil para la construcción, que quedó sin utilizar y constituyó posteriormente el patíbulo donde colocaban las cruces los romanos. Esta cantera estaba fuera de la muralla, pero cercana a ella.
Santa Elena ordenó derribar el templo y excavar en aquel lugar, en donde según la leyenda encontró tres cruces: la de Jesús y la de los dos ladrones.
Como era imposible saber cuál de las tres cruces era la de Jesús, la leyenda cuenta que Elena hizo traer un hombre muerto, el cual, al entrar en contacto con la cruz de Jesucristo, la Vera Cruz, resucitó. El hallazgo de la reliquia se conmemora litúrgicamente en el mes de mayo con el nombre de Invención de la santa Cruz.
La emperatriz y su hijo Constantino hicieron construir en el lugar del hallazgo un fastuoso templo, la llamada Basílica del Santo Sepulcro, en la que guardaron la reliquia.
Mucho después, en el año 614, el rey persa Cosroes II tomó Jerusalén y, tras la victoria, se llevó la Vera Cruz y la puso bajo los pies de su trono, como símbolo de su desprecio a la religión de los cristianos.
Tras quince años de luchas, el emperador bizantino Heraclio lo venció definitivamente en el año 628. Poco después, en una ceremonia celebrada el 14 de septiembre de ese año, la Vera Cruz regresó a Jerusalén, llevada en persona por el emperador a través de la ciudad procesionalmente. Dice la leyenda que cuando el emperador, vestido con gran magnificiencia, quiso cargar con la reliquia, fue incapaz de hacerlo, no siéndole posible hasta que no se despojó de todas las galas a imitación de la pobreza y la humildad de Cristo. Desde entonces, ese día quedó señalado en los calendarios litúrgicos como el de la Exaltación de la santa Cruz.
Hoy en día, hay fragmentos de la Vera Cruz en muchas iglesias del mundo, y muchas de ellas se cree que son falsas o que pertenecen a otra cruz y no a la cruz en la que Jesucristo murió.
En Popayán, se encuentra una imagen de Jesucristo, crucificado denominado el Santo Cristo de la Veracruz obra del sevillano Juan Martínez Montañés de principios del siglo XVII y se dice que en el interior de la cruz de esta imagen se encuentra un pequeño fragmento o astilla de la cruz original de Cristo adquirida por el conquistador Sebastián de Belalcazar en España.
El Santo Cristo de la Veracruz se encuentra la Iglesia de San Francisco (Popayán).
En Honduras recientemente llegó un fragmento de la Vera Cruz que fue donado por el Museo de Historia de Bulgaria en un gesto de hermandad entre ambos pueblos, junto con México ,Colombia y Perú, serian los únicos países latinoamericanos en poseer una fragmento de la Vera Cruz.
(Alejandro I, (* Roma, ¿? – † ha. 115). Papa n.º 6 de la Iglesia católica de 106 a 115. Las fechas exactas de su pontificado son objeto de polémica entre los historiadores, debido a que las fuentes son discordes. En la Historia Ecclesiastica de Eusebio de Cesarea se dice que el pontificado duró del 108 al 119. El Catálogo liberiano del 109 al 116. El Liber Pontificalis solo habla del último año que sería el 116.)
Los datos que ofrece el Liber Pontificalis son de dudosa historicidad. Se afirma en él que Alejandro era romano, tambíen que habría modificado el canon de la misa para que se hiciera el recuerdo de la Pasión del Señor con la expresión qui pridie quam pateretur.
Existe muy poca evidencia histórica de este pontífice. Ireneo de Lyon lo incluye como uno de los doce primeros papas en su obra Adversus haereses publicada en el 180 d. C.
La tradición dice que instituyó el uso del agua bendita, a la que había que añadir sal, para purificar las casas cristianas, e introdujo en la eucaristía el pan ácimo y el vino mezclado con agua.
También se dice que sufrió martirio al ser decapitado junto a San Evencio y San Teódulo, aunque esta tradición, que data del siglo V, es objeto de polémica desde que, en el siglo XIX, fueron descubiertos en la vía Nomentana, a las afueras de Roma, los restos de tres personas decapitadas y aunque en un principio se atribuyeron a Alejandro I y a sus dos compañeros de martirio y se trasladaron a la iglesia de Santa Sabina, el cuerpo que en un principio se atribuyó a este Papa parece corresponder a otro santo llamado también Alejandro.
De ahí la presencia de una Passio escrita entre el siglo V-VI con varios eventos milagrosos y conversiones que habría logrado antes de morir. Lo habrían clavado en distintas partes del cuerpo hasta la muerte (mientras sus compañeros fueron decapitados).
Considerado santo por la Iglesia Católica, su festividad se celebra el 3 de mayo.
Hacia el 115, al final del pontificado de Alejandro I, como obispo de Roma, Ignacio de Antioquía escribe a los romanos ensalzando la dignidad de la Iglesia de Roma.