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sábado, 21 de abril de 2012

San Conrado de Parzham, religioso capuchino.

                                      SANTORAL CATOLICO DEL DÍA 21 DE ABRIL








San Conrado de Parzham, religioso capuchino. 


(Juan Birndorfer (Parzham, 1818 – Altötting, 1894), religioso capuchino elevado a los altares de la Iglesia Católica con el nombre de San Conrado de Parzham. Fue el noveno hijo de Bartolomé Birndorfer y Gertrudis Niedermayer, labradores que residían cerca del pueblo de Parzham, en Baviera.)


 Sus biógrafos  señalan que ya desde la infancia destaca por su modestia, piedad y espíritu de oración. Desarrolló una gran devoción a la Virgen María, rezando habitualmente el rosario. En los días de fiesta solía viajar a algún santuario mariano, peregrinando siempre a pie, en oración y usualmente en ayuno. Su amor por la Virgen será un característica especial en su vida religiosa. Juan pasó su infancia y juventud en la granja familiar. A los 31 años decide abandonar el mundo secular, y tras renunciar a su herencia, fue admitido como religioso laico en la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos. 


Tras su profesión de votos tomó el nombre de Conrado. Inmediatamente tras su profesión fue enviado al convento capuchino de Santa Ana en la ciudad de Altötting. Este lugar es conocido por su santuario dedicado a Nuestra Señora de la Merced. A Conrado se le dio el oficio de portero del santuario, cargo que ejerció hasta su muerte. Debido a la gran concurrencia del santuario, la labor de la portería daba bastante trabajo. Conrado destacó por ser muy diligente, hombre de pocas palabras, bondadoso con los necesitados y siempre presto a recibir y ayudar a los peregrinos. 


Fray Conrado ocupó este puesto por 43 años. Fray Conrado amaba el silencio de manera especial. Gastaba su tiempo libre en una celda abandonada cercana a la puerta, desde donde le era posible ver y adorar al Santísimo Sacramento presente en el templo del santuario. Durante la noche, a menudo pasaba en vela, dedicando a la oración el tiempo que durante el día dedicaba al trabajo en la portería. Varios pensaban que nunca descansaba, ya dedicado a las labores de portero, ya dedicado a la oración y otras devociones. El 21 de abril de 1894 falleció en el santuario donde había vivido por 43 años. 


 Sus virtudes en vida y los milagros tras su muerte le permitieron ser beatificado por el papa Pío XI en 1930. Cuatro años después fue canonizado por el mismo papa.

jueves, 19 de abril de 2012

Beato Conrado de Ascoli

                         SANTORAL CATOLICO DEL DÍA 19 DE ABRIL




 









Beato Conrado de Ascoli 




 (En Acoli Piceno, Italia, beato Conrado Miliani, sacerdote de la primer orden franciscana, fraile tranquilo y penitente, dotado de gran sabiduría, estimado enseñante en cátedras prestigiosas, incansable predicador, acérrimo misionero, paciente mediador de paz, apóstol de la Santísima Trinidad. († 1289)) Nació en Ascoli Piceno, de la familia Miliani, el 18 de septiembre de 1234. Junto con Jerónimo Masci, el futuro Nicolás IV, se hizo religioso en Ascoli y estudió en el Sacro convento de Asís y en Perusa, donde obtuvo el título de doctor. 


 Siempre en compañía de su amigo Jerónimo Masci, enseñó luego en las escuelas de la Orden en Roma, Y cuando Jerónimo fue hecho Ministro general de la Orden, Conrado obtuvo de él licencia para ir como misionero al Africa. Recorrió evangelizando varias regiones de Libia y fue el primer misionero y explorador de Cirenaica. Cuando Nicolás III encargó a Masci inducir al rey de Francia a desistir de la guerra contra España, le asignó por compañero a Conrado. 


Resuelta felizmente la misión de paz, regresaron a Roma, donde Masci en 1278 fue nombrado cardenal. Conrado, después de una permanencia de dos años en Roma, fue enviado a París para enseñar teología en la Universidad de dicha ciudad, donde se mostró como insigne maestro. En 1288, Jerónimo Masci fue elevado al trono pontificio con el nombre de Nicolás IV, y llamó a su lado a Conrado para aprovechar sus luminosos consejos. 


 Cuando oyó rumores de su inminente elevación al cardenalato, que se habían difundido en el ambiente parisino, él respondió en el discurso de despedida en una plaza pública exhortando a todos a amar las virtudes cristianas, sobre todo la vida oculta. Extenuado por el largo viaje, a principios de marzo llegó a Ascoli, donde fue recibido con grandes honores. Un mes después enfermó y predijo el día y hora de su muerte. 


 Cuando se agravó el mal, recibió con angelical fervor los últimos sacramentos, se hizo colocar sobre el desnudo suelo y se durmió serenamente en el Señor. Era el 19 de abril de 1289. Tenía 55 años. Nicolás IV sintió profundamente su muerte, y, confirmando que había tenido la intención de hacerlo cardenal, ordenó que se levantara un solemne mausoleo sobre su tumba en San Lorenzo delle Piagge. Después sus despojos mortales fueron transportados a la iglesia de San Francisco (mayo 28 de 1371). Entre las virtudes practicadas por Conrado, fue característica la de la penitencia: revestido de un áspero hábito, caminaba con los pies descalzos, descansaba solamente unas pocas horas en una dura tabla, ayunaba a pan y agua cuatro de los siete días de la semana. 


Como base de su apostolado había puesto la devoción a la Santísima Trinidad, gracias a la cual obtuvo curaciones de toda clase y dos casos de resurrección de muertos. Florecieron mientras vivía aún, muchas leyendas sobre su santidad. Se le rindió culto popular desde tiempo inmemorial en las Marcas y en las diversas familias de la Orden minorítica. Pío VI concedió Oficio y Misa en su honor el 30 de agosto de 1783.