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martes, 26 de junio de 2012

1811: MURIÓ Mariano Jiménez, militar insurgente mexicano (n. 1771).

UN DÍA COMO HOY 26 DE JUNIO MURIÓ 


 


1811: Mariano Jiménez, militar insurgente mexicano (n. 1771).


 (José Mariano Jiménez (n. 18 de agosto de 1771, San Luis Potosí - 26 de junio 1811, Chihuahua)


 fue uno de los Generales Insurgentes mexicanos.) Mariano Jiménez nace el 18 de agosto de 1771 en San Luis Potosí. Se traslada a la Ciudad de México donde estudió para Ingeniero en Minas en el Colegio de Minería de México y se graduó el 19 de abril de 1804. Posteriormente se estableció en la ciudad de Guanajuato, donde estuvo al tanto de los brotes del movimiento independentista. Mariano Jiménez se presentó ante el caudillo Miguel Hidalgo y Costilla el 28 de septiembre de 1810 para ofrecer sus servicios en favor de la causa. 


Sus méritos, su disciplina y su lealtad le valieron un rápido ascenso, obteniendo el grado de Teniente Coronel. A finales de octubre había ganado ya el de Coronel. Fue don Mariano Jiménez quien batió a Trujillo en Atenco. Posteriormente, combatió con bravura en la victoria de las fuerzas insurgentes en el Monte de las Cruces, victoria que mucho se debió a que estableció estratégicamente la línea de artillería. Encabezaba una fuerza de tres mil hombres y combatió junto con Ignacio Aldama. Por órdenes de Hidalgo, Mariano Jiménez viajó a la Ciudad de México en misión pacífica, para solicitar al Virrey la entrega de la capital al movimiento independentista, pero lo único tuvo en respuesta fue la amenaza de repelerlo violentamente si no se retiraba. 


 Llegó de la Ciudad de México a Guanajuato y pocos días después le tocó estar al frente en la defensa de la plaza. Calleja la atacó el 24 de noviembre y de ahí partió a Guadalajara y más tarde a San Luis Potosí. Ignacio Allende le ordenó en la Hacienda del Molino que se dirigiera al Norte. Llevaba una tropa de siete mil hombres y 28 piezas de artillería hechas por él. Cuando iba camino de Saltillo, se topó con los ejércitos realistas que tenían órdenes de acabar con la insurgencia, sin embargo, para su buena suerte muchos de los hombres de la parte enemiga se encontraban ya inconformes con el gobierno español y desertaron para unirse a la causa de la Independencia. 


 Fue en esa misma ciudad del norte del país, donde Mariano Jiménez se reunió con los demás hombres del movimiento y con ellos se dirigió rumbo a Estados Unidos, según el plan trazado. La llegada a Acatita de Baján, Coahuila fue trágica para ellos, pues fueron sorprendidos y trasladados a Chihuahua. Mariano Jiménez fue aprehendido el 19 de marzo y enviado a Chihuahua el 26 de junio, junto con Hidalgo, Allende, Aldama y Mariano Abasolo. Jiménez fue fusilado el 26 de junio de 1811, el mismo día en que fueron ejecutados Juan Aldama, Ignacio Allende y don Manuel Santa María. 


Su cabeza fue expuesta con la de Hidalgo, Allende y Aldama en la Alhóndiga de Granaditas hasta la consumación de la Independencia. Sus restos fueron trasladados a la catedral metropolitana de la Ciudad de México en 1823 y permanecieron ahí hasta 1925, año en que fueron colocados en el mausoleo de la Columna de la Independencia. El 30 de mayo de 2010 fueron exhumados con honores máximos y llevados al Museo Nacional de Historia (Castillo de Chapultepec) para su análisis, conservación y autentificación.

 

martes, 22 de mayo de 2012

1902: MURIÓ Mariano Escobedo, militar mexicano.

                                             UN DÍA COMO HOY 22 DE MAYO MURIÓ






1902: Mariano Escobedo, militar mexicano.


 (General Mariano Antonio Guadalupe Escobedo de la Peña (San Pablo de los Labradores, Nuevo León, 16 de enero de 1826 - Ciudad de México, 22 de mayo de 1902)


 fue un destacado militar mexicano que luchó durante la Intervención estadounidense en México y la Guerra de Reforma. Fue un político de ideología liberal, fue gobernador de San Luis Potosí y Nuevo León. Fue senador y ministro de Guerra durante el período presidencial de Sebastián Lerdo de Tejada.) Nació en San Pablo de los Labradores, Nuevo León, el 16 de enero de 1826. Mariano Escobedo era el más pequeño de los seis hijos del matrimonio de Manuel Escobedo y Rita de la Peña. Durante su infancia gozó de algunas comodidades que su padre le proveyó, sin embargo esto cambio durante su adolescencia ya que Mariano no tuvo la misma oportunidad que sus demás hermanos, quienes conforme crecieron, eran enviados a la ciudad de Monterrey para continuar con su educación. 


Su padre en cambio, obligó a que Mariano se quedara en el pueblo para ayudarle con sus negocios, por lo que además de haber sido arriero, comerciante y agricultor, también recibió enseñanzas de maestros que se especializaban en el catecismo. Durante su juventud, se especializaba principalmente en el traslado de ganado de San Pablo a Matehuala y Saltillo, ayuda que benefició mucho a su padre. Tomó parte en una batalla contra indígenas aborígenes que aún asolaban la región, es ahí cuando Mariano comienza a demostrar su valor y experiencia en la milicia, ya que para ese entonces era conocido en el pueblo como un experto jinete además de conocer muchos de los estrechos de los montes y sierras. 


 Por agosto de 1846, cuando se tuvieron noticias en los pueblos cercanos de la llegada de los invasores estadounidenses a Monterrey, Mariano fue uno de los hombres del lugar que se aprestaron a enfrentarse a los invasores norteamericanos, uniéndose al contingente y partiendo a la capital del estado de Nuevo León a defender al gobierno mexicano constituido de aquel tiempo. Ese mismo año se dio de alta como soldado raso, siendo esta fue su primera oportunidad de iniciar una carrera militar en el ejército mexicano. Participó en los combates de la Purísima, Tenerías y Cerro del Obispado, para después combatir en la Batalla de la Angostura y en la acción del Cañón de Santa Rosa, sorprendiendo a los soldados estadounidenses, ya que en esta acción Mariano logro apresar a 37 hombres. 


 Durante la Segunda Intervención Francesa en México (Segundo conflicto internacional sostenido entre México y Francia, después de la Primera Intervención Francesa en México) concurrió al combate de Acultzingo en 1862. Por su actuación en la Batalla de Puebla el cinco de mayo de 1862 ascendió a General Brigadier. Combatió a los franceses en diversas acciones en el norte del país. Recibió el mando del Ejército Republicano a la vista de la ciudad de Santiago de Querétaro en marzo de 1867, con tal carácter sitió al ejército imperialista de Maximiliano I de México y gracias a la traición del Coronel Miguel López, tomó la plaza el 15 de mayo de 1867. El Emperador se rindió personalmente ante Escobedo. 


Jefe de Operaciones del Ejército Republicano durante el Gobierno de Benito Juárez, gobernador de Nuevo León y San Luis Potosí. Durante su período como gobernador de San Luis Potosí, realizó obras para mejorar las vías de comunicación y de esta forma dio un impulso a las actividades comerciales de la zona. Fue presidente de la Suprema Corte de Justicia Militar, diputado y ministro de Guerra y Marina. Murió en la Ciudad de México el 22 de mayo de 1902, la Cámara de diputados suspendió labores para tributarle honores, fue sepultado en la Rotonda de las Personas Ilustres.

sábado, 14 de abril de 2012

1816: MURIÓ Mariano Abasolo, político mexicano.


                                             UN DÍA COMO HOY 14 DE ABRIL MURIÓ




1816: Mariano Abasolo, político mexicano. 


(José Mariano de Abasolo (1783-1816) fue uno de los Generales Insurgentes mexicanos. Nació en el pueblo de Dolores, en Guanajuato, cuna de la independencia de México. Servía como capitán en el regimiento de Dragones de la Reina, que guarnecía la villa de San Miguel, cuando la conspiración de Querétaro comenzó. En esta conspiración se planeaba la insurrección para derrocar al gobierno virreinal e independizar a México. 


Durante 1809, algunos mexicanos (entre ellos Abasolo) iniciaron otra conspiración en la ciudad de Valladolid (actualmente Morelia, en el estado de Michoacán), en la que participaban militares de alto rango, ente ellos José María García Obeso, José Mariano de Michelena, José María Abarca e Ignacio Allende, entre otros. Gral. Ignacio Allende. Esta conspiración continuó hasta diciembre del mismo año, cuando fue descubierta por el gobierno virreinal, el cual se dio a la tarea de aprehender a los principales colaboradores de estas reuniones, quedando los demás en libertad. Allende y Abasolo quedaron en libertad, por lo que siguieron conspirando, pero esta vez en Querétaro, en casa del corregidor Miguel Domínguez y de su esposa Josefa Ortiz de Domínguez. 


Abasolo había sido invitado a estas conspiraciones por Ignacio Allende, quien tenía cierta influencia sobre él. A esta segunda conspiración, Allende invitó a otros dos militares: Juan Aldama y Joaquín Arias. Este último terminaría por traicionar a sus compañeros informando a las autoridades acerca de estas reuniones secretas. Abasolo fue siempre leal a Allende y a los insurgentes. Gozaba de buena posición económica, y ayudó principalmente con fondos a la causa insurgente, ya que no realizó grandes acciones militares en la lucha armada. 


Cuando, en la madrugada del 15 de septiembre de 1810, en el pueblo de Dolores, Miguel Hidalgo y Costilla inició la guerra de Independencia, correspondió a Abasolo, al mando de una pequeña tropa, apoderarse de las armas y municiones que se encontraban depositadas en un arsenal, para ser repartidas entre los insurrectos. De la ciudad de San Miguel (a donde los insurgentes se dirigieron primero, y donde Abasolo distribuyó las armas tomadas del arsenal), se dirigieron a Celaya, ciudad que fue tomada sin la menor resistencia por parte de los españoles. 


Fue en esta ciudad donde Hidalgo recibió el nombramiento de capitán general del ejército insurgente, e Ignacio Allende el de teniente general. Abasolo fue nombrado capitán, al igual que otros muchos dirigentes de la lucha. Poco después, la ciudad de Guanajuato fue asediada, y tomada tras una encarnizada lucha. La ciudad cayó en manos del ejército insurgente con la Toma de la Alhóndiga de Granaditas, el 30 de septiembre de 1810. 


El ejército insurgente siguió con rumbo a Querétaro, pero desviándose a Valladolid, donde entraron tras pequeñas escaramuzas con el ejército realista. Después de unos días, Hidalgo salió con rumbo a la Ciudad de México, con el fin de tomarla. En esos momentos, el ejército insurgente constaba ya de 80 000 soldados. En Acámbaro, Hidalgo hizo algunos nombramientos: él quedó como generalísimo, Allende como capitán general, Juan Aldama, Jiménez y Arias como tenientes generales; Ignacio Martínez, José Antonio Martínez y Abasolo quedaron como mariscales de campo. 


Abasolo tomó parte en los combates que Hidalgo dirigió en el Monte de las Cruces, Aculco y el Puente de Calderón. En este último enfrentamiento, Hidalgo fue derrotado por el ejército realista al mando del general ,y posteriormente virrey, Félix María Calleja. A causa de esta derrota, Hidalgo, escapó hacia el norte del país, para convocar más adeptos a la causa y solicitar ayuda de Estados Unidos. Pero el 21 de marzo de 1811, en Acatita de Baján (en el estado de Coahuila), fueron aprehendidos todos los líderes insurgentes, entre ellos Abasolo. 


Hidalgo, Allende y otros más fueron sentenciados a muerte y fusilados, pero Abasolo no fue condenado, sino enviado a España en calidad de prisionero. Esta distinción respecto a los otros jefes de la insurrección se debió a la intervención de su esposa, cuya familia tenía relaciones en las altas esferas de la política de la Nueva España. Fue encarcelado en el castillo de Santa Catalina, en Cádiz. Allí permaneció hasta su muerte, ocurrida el 14 de abril de 1816.)

jueves, 5 de abril de 2012

Beato Mariano de la Mata Aparicio.

SANTORAL CATOLICO DEL DIA 5 DE ABRIL
Beato Mariano de la Mata Aparicio.
 (Nació el 31 de diciembre de 1905 en Barrio de la Puebla (Palencia, España), en el seno de una familia profundamente cristiana. Sus padres se llamaban Manuel y Martina. Siguiendo el ejemplo de tres hermanos suyos ―Leovigildo, Tomás y Baltasar―, después de los estudios humanísticos, el 9 de septiembre de 1921, ingresó en la Orden de San Agustín. Un año más tarde, el 10 de septiembre de 1922, terminado el tiempo de noviciado, emitió la profesión temporal, depositándola en manos del prior de la casa, Anselmo Polanco, futuro obispo de Teruel, mártir de la fe de Cristo, beatificado por el Papa Juan Pablo II en 1995.) 


 Con los estudios filosóficos iniciados en la capital del Pisuerga, en 1926 se trasladó al monasterio de "Santa María" de La Vid (Burgos), en el cual realizó los teológicos, formando parte de la provincia agustiniana de España. Se consagró definitivamente a Dios con los votos solemnes el 23 de enero de 1927 y recibió la ordenación sacerdotal el 25 de julio de 1930. Tras una fugaz estancia en el colegio de la Encarnación de Llanes (Asturias) como profesor, en julio de 1931 fue destinado a la viceprovincia de Brasil, primero a Taquaritinga, donde desempeñó durante dos años el ministerio sacerdotal, y posteriormente a Santo Agostinho, donde conjugó la labor educativa con los cargos de administrador (1942-1945) y secretario. Durante el trienio (1945-1948) fue prior viceprovincial, y más tarde (1948-1951 y 1960-1963) asesoró a sus sucesores en ese cargo como consejero. 


Finalizada la tarea de comisario, se incorporó al colegio Engenheiro Schmitt como ecónomo (1951), director (1957) y profesor. En 1961 regresó de nuevo a São Paulo, en cuyo centro simultaneó la tarea docente y el cargo de viceprior del colegio San Agustín (1973-1977), con el trabajo de coadjutor parroquial. Físicamente el padre Mariano fue una persona alta y bien proporcionada, con gruesas gafas y abundante calvicie. Era un hombre activo y emprendedor, generoso, abierto y comunicativo, lleno de simpatía, sencillez y bondad, con la sonrisa siempre en los labios.


 Aunque tenía un temperamento fuerte, era incapaz de ocultar los sentimientos y las lágrimas. Sus hermanos de Brasil recuerdan con emoción el momento en el que, tras haber sido operado de cataratas en Belo Horizonte y llevar varios días con los ojos cerrados, al volver a abrirlos y contemplar un cuadro de la Virgen de la Consolación, comenzó a llorar como un niño. El padre Mariano nació para ayudar humana y espiritualmente a las personas que estaban a su lado, que no eran otras que las hambrientas de pan humano y divino. Era un mensajero de la caridad: amigo de los niños y los mayores, un cirineo de los enfermos y necesitados, consolador y limosnero de los pobres, sacerdote celoso de sus obligaciones ministeriales. 


 Por las tardes era frecuente verlo recorrer las calles de São Paulo, visitando los 200 Talleres de Caridad de Santa Rita, de los que fue muchos años asesor religioso, y llevando ayuda material y espiritual a los sedientos de salud humana y religiosa. La muerte ―solía decir― no espera. ¡Cuántas veces volvió tarde al colegio, porque la atención al prójimo le había impedido llegar a tiempo! Para él siempre existían otras prioridades más importantes que la hora comunitaria. Una de sus grandes pasiones la constituían las plantas. Hablaba con ellas, acariciaba sus hojas, le emocionaba su colorido.


 Sus pétalos le recordaban la grandeza del Creador. La terraza del colegio San Agustín de São Paulo sabe mucho de este su mimo por las flores y los pájaros. Tampoco le eran ajenas las colecciones de sellos y estampas religiosas. La edad y el esfuerzo que había desplegado en todas sus actividades terminaron haciendo mella en su naturaleza física. En los últimos días de enero de 1983 comenzó a sentir un extraño dolor en el vientre, como si un "gatinho", según sus palabras, lo estuviera arañando. 


Era el principio del fin. Desde hacía tiempo venía enseñando una herida en la sien derecha, que a pesar de las atenciones médicas, no logró restañar. Sin duda alguna era la terrible enfermedad del cáncer que se estaba insinuando y de la que moriría el 5 de abril de 1983. Contaba 77 años de edad y 60 de vida religiosa. Sus restos descansan en la iglesia agustiniana de São Paulo. Su trayectoria humana y religiosa fuera de lo común ―era un gran devoto de la Eucaristía y de la Santísima Virgen― hizo que el pueblo de Dios y sus hermanos de la Orden acudieran a las autoridades eclesiásticas pidiendo el reconocimiento de sus virtudes con vistas a una próxima beatificación, ceremonia que se llevó a cabo en São Paulo el 31 de mayo de 1997 con la presencia del cardenal Paulo Evaristo Arns, o.f.m.


 La Orden agustiniana le tiene dedicadas en esa ciudad una guardería, un centro de juventud y un colegio profesional; y la alcaldía, una calle. Igualmente el Gobierno español, a través de su consulado general en Brasil, le concedió la gran cruz de Isabel la Católica.