TRAFICO

viernes, 26 de abril de 2013

1878: NACIÓ Rafael Guízar y Valencia, primer obispo mexicano.

          UN DÍA COMO HOY 26 DE ABRIL NACIÓ



1878:Rafael Guízar y Valencia, primer obispo mexicano.



(Rafael Guízar y Valencia (1878-1938) es el primer obispo mexicano e hispanoamericano canonizado por la Iglesia católica.)


Rafael Guízar y Valencia nació en Cotija (Michoacán) el 26 de abril de 1878. Hijo de Prudencio Guízar y Natividad Valencia. Aprendió sus primeras letras en la escuela parroquial de su tierra natal y más tarde en un colegio jesuita en la Hacienda de San Simón de Cotija. Inició sus estudios eclesiásticos en el seminario de la diócesis de Zamora en 1894 y en junio de 1901 fue ordenado sacerdote en la catedral de Zamora.



Al poco tiempo de ser ordenado presbítero, acompañó al entonces obispo de Zamora, Mons. José María Cázares en las visitas pastorales a las poblaciones de su diócesis.

Durante las batallas de la Revolución mexicana, disfrazado de vendedor, actuó, de manera oculta, como sacerdote ayudando a los soldados moribundos y dándoles los auxilios espirituales de la Iglesia.

Luego de ser Director Espiritual y catedrático del Seminario de Zamora y canónigo de la Catedral, sufrió varios destierros por causa de la persecución religiosa que había en esos tiempos, y entre 1913 y 1919 viajó misionando a Cuba, Guatemala, Colombia y el Sur de los Estados Unidos.
Estando en Cuba, en agosto de 1919 fue preconizado 5º obispo de Veracruz por el Papa Benedicto XV, y el 30 de noviembre del mismo año recibió en La Habana, Cuba, la consagración episcopal. Tomó posesión de su diócesis el 9 de enero de 1920 en la ciudad de Xalapa. Durante su episcopado realizó varias misiones a prácticamente todas las parroquias de su territorio y luchó por su seminario, el cual mantuvo abierto en contra de las leyes que suprimían las congregaciones religiosas en México. Por causa de estas leyes fue perseguido y desterrado[cita requerida] ya siendo obispo, particularmente durante el conflicto de 1926 a 1929
Afectado por diversas enfermedades (diabetes, flebitis, insuficiencia cardiaca y otros padecimientos) y estando desterrado de su diócesis, el 6 de junio de 1938 murió en la ciudad de México y su cuerpo trasladado a Xalapa, Veracruz, donde recibió sepultura. Al ser exhumado en 1950 se encontró su cadáver incorrupto[cita requerida] y fue conducido a la Catedral de esa ciudad.
Beatificado en 1995 por el Papa Juan Pablo II, en sus imágenes figura con vestimenta e insignias episcopales.

En Roma, el padre Rafael González, vicepostulador de la causa, y los padres de Rafael de Jesús Barroso, el niño del milagro, asistieron a su beatificación.
El domingo 15 de octubre del 2006 en la Ciudad del Vaticano fue canonizado por el papa Benedicto XVI el beato Rafael Guízar y Valencia, quien ha sido el primer obispo mexicano en ser declarado santo.

El Sumo Pontífice encabezó el rito mediante el cual se declaró nuevo santo al quinto obispo del estado de Veracruz, México, quien se convirtió en el santo número 30 de México, el país hispanohablante con más católicos en Latinoamérica y que cuenta con 25 beatos (Beatos de México).

Rafael Guízar, junto a otros tres beatos, fueron elevados al honor de los altares

El milagro por el cual fue canonizado Rafaél Guízar y Valencia ocurrió en el año 2002, cuando a la señora Valentina Santiago se le detectó, a través de un ultrasonido, una malformación en su embarazo.

Al conocer la noticia, la mujer pidió la intervención del santo mexicano. Tiempo después, el niño Rafael de Jesús Barroso nació sano y sin ninguna complicación.

La Comisión Médica, el 18 de mayo de 2005, comprobó la cura milagrosa del labio leporino que padecía el feto desde el seno materno a las 31 semanas de su gestación, y que no apareció en el niño recién nacido.

El congreso de los Teólogos Consultores, aprobó el milagro el 15 de noviembre de 2005, por lo que concedió el juicio resolutivo de curación completa y milagrosa, inexplicable científicamente.

Durante la ceremonia litúrgica 10 peregrinos mexicanos recibieron la comunión de manos del Papa Benedicto XVI. En la canonización también estuvieron presentes algunos obispos mexicanos, entre ellos los cardenales Norberto Rivera Carrera y Juan Sandoval Iñiguez Estuvo presente también el entonces Arzobispo de Xalapa, sucesor de San Rafael Guízar, Mons. Sergio Obeso Rivera. <r> Y en la Ciudad de México, en la Basílica de Guadalupe Amelia Cristina Guízar sobrina nieta del Santo, asistió con el Coro Suizo de la Ciudad de México acompañar la misa.

La noche del sábado 14 de octubre de 2006, en el zócalo de Xalapa y frente a la catedral donde yacieron los restos del santo, comenzó una vigilia de oración y verbena popular esperando la transmisión directa de la ceremonia desde Ciudad del Vaticano, que fue dada el domingo 15 de octubre de 2006.

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