TRAFICO

sábado, 10 de noviembre de 2012

1923: NACIÓ Hachikō, el «perro fiel» japonés.

UN DÍA COMO HOY 10 DE NOVIEMBRE NACIÓ


   


 1923: Hachikō, el «perro fiel» japonés.






(Hachikō (ハチ公? 10 de Noviembre de 1923—8 de Marzo de 1935), conocido en japonés como chūken Hachikō (忠犬ハチ公? «el perro fiel Hachikō» un gran amigo por siempre a tu lado ('hachi' significa 'ocho')) y 'kō' (cuyo significado es príncipe o duque), fue un perro de raza akita nacido en una granja cerca de la ciudad de Ōdate (Prefectura de Akita, Japón), recordado por su lealtad a su amo Eisaburō Ueno, un profesor del departamento de agricultura de la Universidad de Tokio, incluso varios años después de la muerte de éste.)




En 1924, Eisaburō Ueno, un profesor del departamento de agricultura en la Universidad de Tokio, adoptó a Hachikō como su mascota. Desde entonces, cada día Hachikō lo esperaba en la puerta delantera de la estación de Shibuya para saludar a su amo al final de cada día. Esta rutina continuó sin interrupciones hasta el mes de mayo de 1925, cuando el profesor Ueno ya no regresó, como de costumbre, en tren, pues previamente había sufrido una hemorragia cerebral mientras impartía clases en la universidad de Tokio, y murió. Debido a esto, jamás regresó a la estación de tren, donde su leal mascota lo esperaba. Hachikō demostró lealtad a su dueño y, cada día, durante los siguientes diez años de su vida, esperó en el acostumbrado sitio donde se sentaba, justo enfrente de la estación. Conforme transcurría el tiempo, Hachikō comenzó a llamar la atención de propios y extraños en la estación; mucha gente que solía acudir con frecuencia a la estación habían sido testigos de cómo Hachikō acompañaba cada día al profesor Ueno antes de su muerte. 

Fueron estas mismas personas las que cuidaron y alimentaron a Hachi durante ese largo período. Desde la Prefectura de Akita hasta la estación de Shibuya viajó durante dos días en tren, en una caja. Cuando lo fueron a retirar sirvientes del profesor, estos creyeron que el perro estaba muerto. Sin embargo, cuando llegaron a la casa, el profesor le acercó al perro un vaso con leche y éste se reanimó. El profesor lo recogió en su regazo y notó que las patas delanteras estaban levemente desviadas, por lo que decidió llamarlo Hachi (ocho en japonés), por la similitud con el Kanji (letra japonesa) que sirve para representar al número ocho (八). En realidad el perro estaba destinado a la hija del profesor, quien prontamente abandonó la casa paterna al quedar embarazada y casarse para irse a vivir a la casa paterna de su esposo. Así, al comienzo, Hachi iba a ser regalado, pero el profesor pronto se encariñó con el perro al que adoraba enérgicamente. El perro se despedía todos los días desde la puerta principal cuando Ueno iba al trabajo, y le saludaba al final del día en la cercana estación de Shibuya. 

Esta rutina, que pasó a formar parte de la vida de ambos, no fue inadvertida ni por las personas que transitaban por el lugar ni por los dueños de los comercios de los alrededores, y todos ellos llegaron a apreciar de forma muy singular el vínculo que llegó a entablarse entre el perro y su dueño. El 21 de mayo de 1925, el profesor Ueno no regresó; había sufrido un infarto que le provocó la muerte mientras impartía clase en la Universidad Imperial. Sin embargo, Hachi se quedó allí, en su sitio, esperándole. Pasaron los días, que se convirtieron en meses, y los meses en años, y Hachi seguía acudiendo fiel y puntualmente a esperar a su amo, sin importarle si hacía frío o calor; tan sólo esperaba volver a verle. La devoción que Hachikō sentía hacia su amo fallecido conmovió a los que lo rodeaban, quienes lo apodaron el perro fiel. En abril de 1934, una estatua de bronce fue erigida en su honor en la estación de Shibuya, y el propio Hachikō estuvo presente el día que se presentó la estatua. 

La estatua fue fundida en la Segunda Guerra Mundial, pero se erigió otra estatua en agosto de 1947, que aún permanece y es un lugar de encuentro extremadamente popular, tanto que en ocasiones la aglomeración de gente dificulta el encuentro. También hay una estatua similar en Odate, delante de la estación de Odate. El 8 de marzo de 1934, Hachiko murió de filariasis. Su cuerpo fue encontrado frente a la estación de Shibuya, tras esperar infructuosamente a su amo durante nueve años. Sus restos fueron depositados en una caseta de piedra que se construyó al pie de la tumba del profesor Ueno, en el Cementerio de Aoyama, Minmi-Aoyama, Minato-Ku, Tokio. Aunque, posteriormente, su cuerpo se recogió para ser expuesto en el Museo de Ciencias Naturales del distrito Tokiota de Ueno tras ser restaurado y disecado. El 8 de marzo de cada año se conmemora a Hachiko en la plaza frente a la estación de trenes de Shibuya. Hachiko era el protagonista de la película de 1987 Hachikō Monogatari-(ハチ公物語? ), dirigida por Seijiro Kojama, que cuenta la historia de su vida desde su nacimiento hasta su muerte y se imaginó como un reencuentro espiritual con su amo. 

Considerada un éxito de taquilla, la película fue el último gran éxito para el estudio cinematográfico japonés Shochiku Kinema Kenkyû-jo. En agosto de 2009 fue estrenado el remake estadounidense de esta película, titulado Siempre a tu lado. Hachiko (hachiko: A Dog's Story). Protagonizada por el actor Richard Gere, trata la historia de Hachiko y su relación con el profesor, aunque en esta, la acción se desarrolla en los EE.UU. La película fue filmada en Rhode Island, y también participan Joan Allen y Jason Alexander. En el episodio de Futurama Jurassic Bark, Fry encuentra los restos fosilizados de su perro, Seymour (Simuerdiera, en la versión latina), y gracias a la alta tecnología del año 3000, le da la oportunidad de clonarlo, pero Fry detiene el proceso de clonación a medio camino y se arrepiente de hacerlo, cuando se entera que Seymour había vivido muchos años después de que él desapareciera y pensando que por eso Seymour lo había olvidado. 

Sin embargo, al final del episodio, se revela que Seymour esperó en la entrada de la Pizzeria Panucci donde trabajaba, el regreso de Fry durante 12 años, hasta su muerte. De modo similar, en el anime Ghost Sweeper Mikami, un episodio trata la historia de un perro fantasma que fue abandonado por su amo en la niñez, y que espera fielmente su regreso incluso después de la muerte. El perro, llamado Kojirô, es de raza Akita como Hachikô. En el anime One Piece, en el episodio 6, aparece un perro llamado Shushú ( Chou Chou en el doblaje español) el cual está esperando a su amo fallecido en la tienda de comida para animales de éste. Se cuenta en la historia que el dueño creó la tienda junto a su perro cuando éste era un cachorro, el dueño enfermó y fue al hospital, dejando a Shushú para vigilar la tienda. El dueño sin embargo falleció y Shushú se queda durante años vigilando y protegiendo la tienda esperando a su amo. También en el anime Super Gals! que se desarrolla en Shibuya, aparece la estatua de Hachiko varias veces. 

En el que se suele subir la protagonista del anime Ran Kotobuki En Fortune Dogs (perros afortunados), durante el capítulo 28 "Rikiu, el perrito frente a la estación", se retrata la historia de Hachiko. En el capítulo 33 del anime nipón Digimon Adventure, aparece la estatua de Hachiko en la estación de Shibuya, además de que se le hace mención. En la película de Scooby Doo "El Samurai fantasma" los chicos de Misterio a la orden estan parados frente a la estatua de Hachiko después de hacérsele mención. En el anime Zero No Tsukaima se hace referencia a este cuando Saito, su protagonista, piensa en sus futuros dias de vida, cuando se case Louise y el quede como una mascota fiel al no interponerse y solo seguir sus ordenes, por lo cual imagina una estatua de si mismo con la inscripción al perro fiel Saito, al igual que la de Hachiko. En el anime de Nana , una de las dos protagonistas es llamada Hachiko y es tratada a veces como un perro debido a su comportamiento. 

 En el capítulo 152 del manga Skip Beat, Kyoko espera a un invitado del presidente Lorry frente a la estatua de Hachiko En la cuarta película de digimon el regreso de diaboromon se puede apreciar un kuromon encima de la estatua de hachiko El videojuego de Square Enix 'Subarashiki Kono Sekai' (It's a Wonderful World), conocido en América como 'The World Ends With You', muestra la estatua de Hachikō en la estación de Shibuya. El videojuego roguelike Nethack tiene a Hachi (Hachiko) como el nombre por defecto dado al perro mascota si el jugador elige el rol de Samurai. En el videojuego de Medabots RPG, se hace una clara referencia al Hachiko, con el perro de Ikki que se parece mucho a la raza Akita. Además, en Medaropolis en la estación del tren, frente a la fuente hay una estatua que contiene un pasadizo, pero que el personaje principal menciona es el Perro Fiel Bonaparte, que además dice que es muy parecido a su perro. En el RPG japones online Shin Megami Tensei Imagine, hay una estatua de Hachiko perfectamente conservada en las ruinas de Shibuya, incluso puede versele en determinadas horas y fases lunares junto a su estatua ladrando acompañado de su amo. 

 En el RPG de origen japones Shin Megami Tensei Persona 3, los protagonistas adoptan a un perro llamado Koromaru, el cual siempre vigilaba la capilla en la cual su amo fue asesinado. Koromaru no solo también es de raza Akita, sino que es muy fiel tanto con su amo fallecido, como con los protagonistas, por los que fue adoptado . Aunque parezca un hecho aislado, hay más casos parecidos que han acaecido a lo largo del mundo y que, gracias a Internet, ahora se dan a conocer, aunque ninguno generó tanta influencia cultural en el mundo como el caso de Hachikō. En Monte Cristo, provincia de Córdoba, Argentina, está Alicio, un "fiel y leal" perrito que aún sigue esperando a su amo muerto frente al centro de salud donde se fue a atender por última vez en enero de 2010. El hombre fue trasladado de urgencia con un problema de salud al dispensario local, pero debido a su gravedad murió. El hombre había llegado junto a su perrito, a quien los vecinos apodaron "Alicio". 

Desde el momento de la muerte, el animal se mantiene en guardia frente al dispensario como esperando el regreso de su amo. También en Carlos Paz (Argentina) está Capitán, el perro que todo los días a las seis de la tarde vuelve a la tumba de su dueño En España por ejemplo se produjo el caso de Canelo que, en 1990, iba junto con su amo al Hospital Puerta del Mar de Cádiz para recibir su tratamiento periódico de diálisis, hasta que cierto día hubo una serie de complicaciones y el hombre falleció. Aún así, Canelo siguió esperando al dueño durante 12 largos años, hasta que el 9 de diciembre de 2002 falleció al ser atropellado por un vehículo, cuyo conductor se dio a la fuga. En su honor se puso su nombre a una calle, en la cual se instaló una placa conmemorativa. Este video conmemorativo explica detalladamente toda la historia.

   


 En el Cementerio la Piedad de Rosario, Argentina, un perro de raza Collie espera el regreso de su amo desde 1995, en el lugar al cual llego el dia del fallecimiento de su dueño. En Uruguay está la historia de Gaucho, un perro color negro, quien recorrió más de 50 kilómetros hasta el hospital en el que estaba recluído su amo y permaneció allí hasta el día en que su amo fallece; luego, el noble animal lo acompañó durante su velatorio y hasta el lugar donde recibiría sepultura. En el cementerio, Gaucho custodió aquella sepultura por más de 30 días, salía en las mañanas a recoger algún alimento que el pueblo le brindara, recorría calle Rivera, Plaza Artigas, La Picada y algunas veces la 18 de Julio, para volver de tarde otra vez junto a la tumba de su amo en el Cementerio. Esto fue así todos los días hasta la muerte de Gaucho en 1999. Los pobladores de Durazno erigieron un monumento en honor a Gaucho, frente al cementerio en el que pasó sus ultimos años. En Teresópolis, Estado de Río de Janeiro, Brasil, un perro cuyo nombre es Leão (que significa "León" en portugués) sigue junto a la tumba de su dueña Cristina Maria Cesario Santana, quien fue una de las más de 630 víctimas mortales de las inundaciones y aludes del 17 de enero de 2011 en el estado carioca. 

 En Campiglia Marittima, Italia, un perro llamado Lampo (Destello en italiano), fue fiel a Elvio Barlettani, quien trabaja en la estación de trenes de la localidad. Lo acompañaba a todas partes, e incluso abordaba los trenes para ir de un lugar a otro y regresaba, hasta que el 22 de julio de 1961 murió atropellado por un tren. Barlettani escribió un libro narrando sus experiencias. Hay una estatua en su honor en la estación de Campiglia Marittima, desde entonces es conocido como Lampo il cane viaggiatore (Lampo el perro viajero). Un caso parecido es en Ecuador tras fallecer Alvaro Ramírez por complicaciones de leucemia la perrita llamada Muñeca el día de trágico suceso paso 8 días llorando y esperando en la cama de su dueño, después de estos días se recupero y pasa en la casa esperando que llegue su dueño tras subirse a las terrazas a ver hacia la calle a sufrido varias caidas del tercer piso y sorprendentemente no ha tenido ninguna lesión. La casualidad de este caso es que Alvaro Ramírez nació el 9 de julio de 1989 y la perrita nació el 9 de julio de 1999 y hasta el día de hoy (09/11/2012)la perrita sigue bien de salud y recibiendo muy contenta cuando se abre la puerta de entrada de la casa.


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