TRAFICO

martes, 26 de febrero de 2013

1961: MURIÓ Miguel Nicolás Lira, escritor, funcionario público y maestro mexicano (n. 1905).

UN DÍA COMO HOY 26 DE FEBRERO MURIÓ


 1961: Miguel Nicolás Lira, escritor, funcionario público y maestro mexicano (n. 1905).


   



 (Miguel Nicolás Lira (Tlaxcala, 14 de octubre de 1905 - 26 de febrero de 1961) fue un escritor, editor, maestro y funcionario públicomexicano. Fue miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua.)

Miguel Lira era hijo del doctor Guillermo Lira y de Dolores Álvarez de Lira. Nació en la casa número 6 de la avenida Juárez de la ciudad de Tlaxcala. De su matrimonio con doña Dolores tuvo el doctor Lira cinco hijos: Dolores, Guillermo, José, Alfonso y Miguel. Por el lado paterno, la ascendencia de Miguel se arraigaba en la tierra tlaxcalteca: su tatarabuelo, don Juan Diego de Lira, ostentaba los blasones de la casa de los Maxiscatzin. Su abuelo, el coronel Miguel Lira y Ortega fue declarado benemérito del Estado de Tlaxcala en 1868, después de gobernar a su pueblo por cerca de nueve años, combatir en el partido liberal de Juárez contra los imperialistas, y ser un demócrata convencido del principio de la no reelección. 


Su ascendencia por el lado materno era española. Este mestizaje dejará al correr de los años profunda huella en su vida y en sus escritos. La tierra de Tlaxcala, cuna e inspiración de Miguel es una de las 32 entidades federativas y , con excepción del Distrito Federal, la más pequeña de la nación mexicana. Este ambiente, mezcla de culturas indígena y española, es el que desde sus primeros años absorberá el sensitivo espíritu de Miguel. Su tierra y los años de revolución que pronto se desencadenarían en México, son el leit motiv de su vida y de su obra. De esos primeros años en Tlaxcala, Miguel siempre recordará con cariño a la tía Manuelita, hermana de su padre. Su tía cuidaba de él a causa de la delicada salud de su madre. Para mantenerlo quieto, la tía Manuelita lo tenía entretenido por horas recortando estampas de faenas taurinas. Va naciendo en él su pasión por la poesía. Ésta empieza a manifestarse cuando a la edad de siete años recita en ocasión del cumpleaños de su padre, una cuarteta de su composición. 


 En Tlaxcala da Miguel sus primeros pasos escolares. Siendo sus padres muy religiosos, lo envían a un colegio católico el Sagrado Corazón de Jesús. De allí pasa al Instituto Científico del estado. El 1910, cuando estalla la revolución ejercía el padre de Miguel su profesión de médico cirujano en Tlaxcala. Entonces la vida apacible del hogar cambia radicalmente. Don Guillermo traslada a la familia a Puebla. En 1919 Miguel va a la ciudad de México a la Escuela Nacional Preparatoria. Su padre quiere que abrace como él, la carrera de médico, pero sintiendo Miguel repulsión hacia la cirugía, sigue la profesión de abogado. Allí en México, en las arcadas de San Ildefonso, espíritus afines recogen las inquietudes juveniles. Son los años de la posrevolución, cuando ha triunfado en lo militar pero aún no se consolida ideológicamente los años en que por el planeta se desbordaban los principios del socialismo y la novelística rusa ejercía gran influencia sobre las conciencias revolucionarias. Son los años en que el nacionalismo mexicano empezaba a surgir y cuando el ministro José Vasconcelos llevaba a cabo la extraordinaria cruzada educativa durante el gobierno de Obregón. 


En este tiempo, la poesía, la novela y el muralismo mexicanos se desbordaban con plenitud: Ramón López Velarde y Francisco González Léon descubren y ensalzan la provincia; Mariano Azula, luchando contra la indiferencia literaria de los suyos, transcribe en vigorosas pinceladas para la inmortalidad el tema de la Revolución Mexicana, y José Clemente Orozco, Diego Rivera y Alfaro Siqueiros hacen de las paredes de escuelas y edificios públicos escenarios de un simbolismo realismo nacionales que al correr de los años adquirirán un valor universal. Lira pertenece a una generación de perodistas. En sus años de Preparatoria se editaba en dicho plantel entre ocho y diez revistas y periódicos, todos ellos de carácter literario. Las contribuciones de Miguel siempre fueron bien recibidas. Por este tiempo, también colaboró en el Universal Ilustrado, con el seudónimo de Máximo Bretal. Dos eventos importantes sucederieron a Lira en 1921: descubrir su vocación de poeta y haber conocido a la que fue su inspiración primigenia y años más tarde se convirtiera en la inseparable compañera de su vida, Rebeca. 


 En 1922 Miguel deja la preparatoria e ingresa a la Escuela Libre de Derecho para seguir la carrera de jurisprudencia. Allí sigue dedicándose, a la par que a sus estudios, a su vocación de poeta. A raíz de sus primeros poemas publicados en las revistas Pegaso de Tlaxcala, y Prometeo de la capital, el arte de Miguel empieza a ser notado por críticos y poetas. Acababa de aprobar Miguel su primer año en la Escuela de Jurisprudencia cuando su primer libro de versos, Tú, fue editado por el gobierno del estado de Tlaxcala. Era enero del año de 1925. En 1927 animado por la crítica, edita su segundo libro de poemas : “La Guayaba”, éste también fue publicado por la imprenta del gobierno de Tlaxcala. El 28 de abril de 1928 Miguel presenta con éxito su examen profesional de abogado en la Escuela de Jurisprudencia en la Universidad Nacional y el 29 de diciembre del mismo año culmina un noviazgo de siete años casándose con la maestra Rebeca Torres Ortega, que años más tarde sería la primera mujer en ocupar la presidencia municipal de Tlaxcala . En la misma fecha se inició en la burocracia judicial, donde ocupó diferentes puestos: actuario, oficial mayor, secretario del Tribunal del Primer Circuito, secretario de estudio y cuenta de la Suprema Corte de Justicia y juez de distrito (en las ciudades de Tlaxcala y Tapachula). 


Intentó ser gobernador del estado de Tlaxcala, pero su actitud anticorrupción, hizo que lo exiliaran a Tapachula, Chiapas, donde fue Juez de Distrito de Tapachula. Regresó a Tlaxcala en 1954. Lira participó en el grupo Los cachuchas integrado por Frida Kahlo, Alfonso Villa, Alejandro Gómez Arias, Manuel González Ramírez, José Gómez Robleda, Jesús Ríos y Valles, Agustín Lira y Carmen Jaime todos discípulos de Ramón López Velarde. Lira pertenece a la Generación del 29, uno de cuyos méritos principales consiste en lograr la autonomía universitaria. Como en esta generación se destacan principalmente los oradores más que los escritores, Miguel tiene que abrirse paso en el campo de las letras por su propio esfuerzo. El no pertenecer a ninguna capilla literaria es otro de los matices que dan a la personalidad de Lira siempre pensó que el grupo de Contemporáneos pesaba demasiado a los hombres de su generación y por lo tanto le era necesario formarse por su propio impulso. Miguel N. Lira hereda de su abuelo el ilustre Miguel Lira y Ortega el gusto por la tipografía, para este efecto consulta diversos tratados sobre la historia de la encuadernación hasta las célebres colecciones del veneciano Aldo Manuncio. 


Lira adquiere una vieja y trabajada prensa de mano y la bautiza como la caprichosa en ella edita tanto libros suyos como de sus amigos escritores, así como la revista Fábula. En 1932 Lira publica su Corrido de Domingo Arenas que lo coloca definitivamente en el parnaso de la poesía mexicana. Produce en 1933 Segunda Soledad. De ésta época también son sus libros: Coloquio de Linda y Domingo Arenas, 1934; Tlaxcala ida y vuelta, 1935; Retablo del niño recién nacido, 1936; En el aire de olvido, 1937, en los cuales Lira se inspira en la infancia, ya un recuerdo lejano, y en la provincia. Lira se define, sin embargo, en su tono folclorista y popular que será el sello de su carrera artística, con su México – Pregón, 1933. En 1937 Lira da sus primeros pasos por el camino del drama, adaptando uno de sus corridos basado en la historia de Máximo Tepal, guerrillero tlaxcalteca de la Revolución Mexicana. “Linda” fue el nombre con el cual fue llevado a escena, es el primer drama escrito por Lira. Vuelta a la Tierra fue estrenado el 12 de noviembre de 1938 en el Teatro Abreu de la ciudad de México. 


Así “Linda” fue estrenado tiempo después el 28 de junio de 1941 en el Teatro Fábregas. Después continúa con una pieza para niños, “La muñeca Pastillita”, drama infantil en cinco tiempos estrenado el 4 de junio de 1942 en el Palacio de Bellas Artes. En este mismo mes estrena la obra “El camino y el árbol” representado en el Teatro Fábregas. “Carlota de México”, fue considerada la mejor obra teatral durante la temporada de 1943 por el Consejo Técnico de Espectáculos del Departamento del Distrito Federal. Fue estrenada el 11 de septiembre de 1943 en el Palacio de Bellas Artes. Al año siguiente escribe la comedia “El Diablo volvió al infierno”, y fue representada en el teatro Fábregas el 15 de julio de 1944. De 1948 data su comedia inconclusa “Julieta y Romeo”. Las dos últimas obras teatrales que conocemos de Lira son “Tres mujeres y un sueño”, representada en el Palacio de Bellas Artes y “Una vez en la montaña”, arreglo teatral de su novela Dónde crecen los tepozanes. Además de su diaria rutina burocrática en el gobierno, éstos son años de intensa producción poética y teatral, pero también es catedrático de Literatura Mexicana e Iberoamericana en la Escuela Nacional Preparatoria en 1931; director de los Talleres Editoriales de la Universidad Nacional Autónoma de México en los años 1935 y 1938; director de la revista mensual de cultura popular Universidad, de 1936 a 1938 y director de los Talleres Editoriales de la Secretaría de Educación Pública en 1941. 


Como cantor de los niños, además de “La Muñeca Pastillita”, escribe en 1943 en colaboración con Antonio Acevedo Escobedo Mi Caballito blanco, libro de lectura para segundo año, y en 1945 Mis juguetes y yo, libro de lectura para cuarto año, en colaboración con Valentín Zamora. En 1947 invade el campo novelístico, con su primera novela “Donde crecen los tepozanes”. En el mismo año aparece “La Escondida”, novela que narra un episodio de la Revolución Mexicana en el estado de Tlaxcala. Esta novela le valió el Premio de Literatura “Miguel Lanz Duret” como la mejor novela de 1947. De este 1947 data, aunque no fue publicada sino hasta 1958, “Mientras la muerte llega”, otra novela de la Revolución en Tlaxcala. Por estos años Lira empieza a trabajar en su novela “una mujer en soledad”, la cual lo consagra en el campo novelístico. Publicada en 1956, lo hace acreedor al nombramiento de miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, el 12 de noviembre de 1955. En ese tiempo Lira fungía como juez de Distrito en la ciudad de Tlaxcala. En 1949, a raíz del natalicio de Manuel Acuña, había ganado la Flor Natural en los Juegos Florales de Saltillo con “El Corrido de Manuel Acuña”. Las páginas de Huytlale son verdaderas joyas literarias y tipográficas de las letras mexicanas, además de los valores consagrados, dieron a conocer a muchos de los nuevos valores de provincia. 


 En 1955 Lira ve iniciada la filmación de la película “La Escondida” en suelo Tlaxcalteca. Ésta rompió todos los records de taquilla en la capital y representó a México triunfalmente en los festivales cinematográficos de Cannes y de Berlín. También fueron llevados a la pantalla, aunque sin el éxito de La Escondida, Cielito Lindo, adaptación de su novela Mientras la muerte llega y Tierra de pasiones, adaptación de su obra teatral Linda. En el año de 1957 es enviado a Tapachula, Chiapas en contra de su voluntad, y comienza su libro “Itinerario hasta el Tacaná”. El 5 de abril de 1958 le es conferida la “Medalla de Tapachula” en reconocimiento a su labor. El 1 de febrero de 1959 , cumpliendo treinta años de servicio federal, se jubila y regresa a Tlaxcala. La crónica afección bronquial de Lira se agrava sin embargo sigue trabajando en algunos cuentos, y en su novela inconclusa “La selva también muere” que había empezado en Tapachula. Muere el 26 de febrero de 1961 y así Miguel N. Lira se unió a la tierra amada, a la que bellamente cantara: Esta vuelta es vuelta entera A la tierra en que nací De la que yo recibí Sangre y claridad primera.


 

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