Santa Liduvina, virgen.
Etimológicamente significa "amiga de la gente". Viene de la lengua alemana. Nació en Schiedam, Holanda, en 1380 y murió en 1433. Este nombre no es muy frecuente entre la cultura latina. Sí, en cambio, en el centro y norte de Europa. En primer lugar, decimos que es la patrona de los enfermos crónicos. Nació en el seno de una familia pobre. Se educó en la fe cristiana y vivió muy bien hasta que a los 15 años sufrió un grave accidente esquiando en la nieve.
Desde este momento quedó postrada para siempre en el lecho. Todo fue para ella un verdadero calvario de dolores. Los médicos, al estudiarla, dijeron que no tenía curación. Ella sufría mucho cuando contemplaba a sus amigos jugar en los campos. Estaba triste hasta que llegó a su pueblo un sacerdote santo. Le animó para que ofreciera todos sus sufrimientos al Señor y a la humanidad. Hasta tal punto se identificó con el Crucificado, que llegó a decir:<< Si bastara rezar una pequeña oración para que se me quitaran los dolores, no la rezaría>>.
Tuvo la bendición constante del cielo. En 1421, cuando contaba 12 años, las autoridades civiles de Schiedam publicaron un documento en el que decían:<< Certificamos por las declaraciones de muchos testigos presenciales, que durante los últimos siete años, Liduvina no ha comido ni bebido nada, y así lo hace actualmente. Vive únicamente de la Sagrada Comunión>>. Tuvo éxtasis y visiones del cielo. Tras cada uno de estos eventos, fortificaba sus ganas de ayudar a los demás desde su estado físico corporal, totalmente paralizado a causa del accidente.
Si alguna vez han leído el libro de espiritualidad "La imitación de Cristo", escrita por el P. Kempis, se darán cuenta de que en este hermoso libro se habla de Liduvina. Tal día como hoy de 1433, a las tres de la tarde del Domingo de Resurrección, murió. Ante su médico le dijo que su casa la convirtiera en un hospital para los pobres. ¡Felicidades a quienes lleven este nombre!
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